
Se trata de un librito en el que aparecen diversas fotografías de la Giralda tal y como se encuentra ahora, así como la historia, la leyenda y algunas declaraciones de familiares y personas relacionadas con el edificio. Me he llevado una gran alegría al poder ver al principio del libro varias imágenes de Candelaria Negrevernis y Joan Roquer, así como a mis tíos Magda y Adolfo y unas breves palabras de mi tía y mi prima. Es para mi un gran motivo de alegría saber que este edificio ha podido ser reconstruido y que tanto él como la finca anexa van a ser de nuevo utilizados.
Especialmente interesante me ha parecido la recopilación sobre la historia del edificio, contruido desde entre 1887 y 1907 (aunque fue en 1902 cuando el edificio, sin la torre, fue acabado). Recoge por fin la realidad y en otro apartado del libro se recopila la leyenda que ha ido circulando por internet.
Como muy bien se explica, Joan Roquer y Candelaria se casaron en 1885. Él, hijo de una familia farmacéutica de Arbóç. Viajan a Andalucía y a la vuelta del viaje, en 1898, adquieren un terreno céntrico donde comienza la edificación, siguiendo planos y fotografías de Joan. Muy curioso me ha parecido el detalle, que desconocía, de que en el interior se llegó a celebrar una pequeña obra de teatro.
También se indica que en 1921 comenzaron a explotarse las propiedades de unas aguas medicinales de la finca, aunque no se llegó a comercializar. A partir de 1934 y posteriormente con la Guerra Civil, el edificio cae en desuso y es usado como cuartel de los republicanos (Candelaria ya no residía allí); una bomba cayó a 20 metros de la torre.
Me ha alegrado mucho ver que se nombra a mi bisabuelo, Adolfo Pons Umbert en el episodio final de la Giralda como posesión de los Negrevernis, ya que cuando Candelaria decide vender la finca, le encarga a él la transacción, ofreciéndole el edificio en primer lugar a un sobrino de Joan Roquer, aunque lo rechazó.
El final del relato de la historia es una descripción de todo el proceso de rehabilitación y apertura del edificio.
¿Y cómo no? Muchas gracias a la familia Camino Martínez por el interés del edificio y la recopilación del material histórico de la Giralda.
Querida sobrinita: el libro también acaba de llegar a mis manos y es realmente espectacular. Para mí también ha sido una gran alegría. Besos. María Dolores
ResponderEliminarQuerida tía:
ResponderEliminarMenos mal que el edificio ha podido mantenerse.
Besos.